Los casos de dengue casi se cuadruplicaron en lo que va de la temporada 2023-24 en Argentina con respecto al mismo período del 2022-2023, dijeron fuentes oficiales, en medio de escasez de repelentes y polémica por una vacuna que expertos dicen que ayudaría a evitar un brote mayor en 2025.
Desde fines de julio de 2023 hasta la semana 13 de 2024 se notificaron 232.996 casos de la enfermedad y 161 muertes, indicó el último boletín epidemiológico del Ministerio de Salud difundido el domingo.
“Los casos acumulados hasta la semana 13 representan casi 4 veces los registrados en el mismo período de la temporada anterior -2022/2023- y más de 9 veces lo registrado en el mismo período de 2019/2020”, según el informe.
La peor epidemia de dengue de la que se tenga registro en el país -cuando aún restan contabilizar 17 semanas esta temporada-, se da en momentos en que faltan repelentes y pruebas de diagnóstico en los hospitales, que están repletos de personas con síntomas del virus transmitido por la picadura de mosquitos Aedes aegypti infectados.
“Yo hago internación y tengo un montón de pacientes internados por dengue”, dijo a Reuters Leda Guzzi, médica infectóloga, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología, quien contó que la mayoría de los casos no son graves por ser primeros episodios, pero que la situación podría empeorar en la próxima temporada si no se adoptan medidas de mitigación.
“Tenemos en este momento alrededor de un 25 por ciento de la ocupación hospitalaria con dengue, me imagino que el año que viene es cuando vamos a tener segundos episodios y tal vez dengue grave”, agregó.
Los argentinos recorren en vano las tiendas en busca de repelentes que les permitan protegerse de la infección que causa síntomas como fiebre alta, vómitos y dolores de cabeza, musculares y articulares, y que en algunos casos provoca una fiebre hemorrágica grave que puede llevar a la muerte.
“Sinceramente estoy preocupada porque no estamos preparados para la situación que estamos viviendo y nadie nos da una respuesta”, dijo María Virginia Correa, una abogada de 52 años.
Los especialistas afirman que el aumento de la cantidad de mosquitos se está adelantando cada vez más en el calendario y que el fenómeno se está trasladando a lugares más frescos del país, donde antes no se registraba la enfermedad.
“Hace 25 años empezaba a finales de enero y ahora empieza a finales de diciembre”, dijo a Reuters Sylvia Fischer, doctora en Ciencias Biológicas e investigadora principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
“Lo estamos encontrando cada vez en regiones más frescas hacia el sur de la ciudad de Buenos Aires, en el sur de la provincia de Buenos Aires y en algunos puntos de Río Negro, de Neuquén, de San Juan, de Mendoza, que son todos lugares donde hace unos años no se lo encontraba”, agregó.
Algunos expertos están instando al gobierno a incluir la vacuna contra el dengue en el calendario nacional de vacunación para prevenir un potencial aumento de casos graves en la próxima temporada, pero el ministro de Salud, Mario Russo, dijo en una entrevista televisiva reciente que no tiene evidencia científica para hacerlo y denunció presiones de laboratorios.
“Sería muy importante que desde las autoridades nacionales se considere la posibilidad de incorporar la vacuna al calendario nacional”, dijo Guzzi.
“La enfermedad se ha expandido tremendamente y realmente pensamos que el año que viene va a ser muy difícil porque van a haber muchos segundos episodios de dengue”, agregó y enfatizó que la vacunación podría reducir la mortalidad y la tensión sobre el sistema de salud.
El brote de dengue en Argentina se inscribe en el marco de lo que ocurre en otros países de América, en especial Brasil y Paraguay, que podrían enfrentar su peor temporada de la historia al haber superado ampliamente el número de contagios de 2023 para este período del año, dijo la semana pasada la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
“Si miramos las estadísticas de dengue, por ejemplo, de todo el Cono Sur, que incluye Brasil, Paraguay, Bolivia, Perú, vemos que este año hay un número récord de casos respecto de años anteriores y un comienzo anticipado de la epidemia respecto de las epidemias anteriores”, dijo Fischer. “Lo que nos está pasando a nosotros es un reflejo de eso”, concluyó.