La presentación en el Senado italiano de un proyecto de ley de centroderecha, firmado por el senador Roberto Menia, despertó gran revuelo y preocupación, especialmente en la numerosa comunidad italiana de la Argentina: se trata de una ley que introduciría limitaciones a la ciudadanía italiana para los descendientes.
Si es cierto que no es la primera vez que se presentan en el Parlamento italiano enmiendas o proyectos de ley que tienden a introducir límites a la transmisión de la ciudadanía ‘ius sanguinis’ (derecho de la sangre), es igualmente Cierto que en este caso estamos ante algo nuevo que merece una atención extra.
“En el plano político, aspecto que no es para nada irrelevante para la cuestión (nada menos que el legal) pero poco destacado en las declaraciones e intervenciones leídas hasta ahora en las agencias de noticias”, expresó el senador Fabio Porta.
Durante la última campaña electoral fui atacado violentamente por candidatos de centro-derecha precisamente en este punto: el Partido Democrático fue señalado como el partido de las limitaciones sobre el ‘ius sanguinis’ y los partidos de centro-derecha (Lega, Fratelli d’Italia, Forza Italia) como los de la denodada defensa de este derecho.
Siempre he dicho que no era así y que la propuesta de mi partido era “ampliar” y no “restringir” el acceso a la ciudadanía. Y que a menudo hubo una confusión deliberada e instrumental entre la propuesta del IUS CULTURAE (o IUS SCHOLAE) adelantada por el PD y una limitación paralela (pero no prevista por nuestro proyecto de ley) del IUS SANGUINIS.
“La propuesta presentada por el Senador Menia confirma mi tesis y desmiente las que me han atacado en los últimos años”, agrega Porta.
“Además, siempre he sostenido que a favor de la limitación generacional a la transmisión de la ciudadanía había una alineación transversal, presente en todos los partidos y movimientos, apoyada en primer lugar por la gran mayoría de diplomáticos del Ministerio de Relaciones Exteriores”, explica.
“Estamos ante un personaje importante de la alineación mayoritaria que apoya al gobierno de Giorgia Meloni. La propuesta de Menia fue entonces relanzada precisamente durante la primera asamblea del Consejo General de los Italianos en el Extranjero por el Consejero Ferretti y en mi discurso en esa asamblea tomé nota de esta iniciativa de centro-derecha declarándome en contra y proponiendo en cambio una reflexión sobre, una abierta ciudadanía inclusiva e inteligente (que responda a la recesión demográfica y despoblación que vive el país)”, advierte.
También tomo nota de que la propuesta del Senador Menia se oficializó durante una conferencia en el Senado a la que asistieron todos los asesores de centro-derecha de la CGIE y los principales representantes de estos partidos entre los italianos en el mundo.
Una reflexión seria sobre la ciudadanía, y también sobre sus temas críticos, debe en todo caso hacerse y apoyarse en todos los foros apropiados, sin barreras ideológicas ni juicios preestablecidos o estereotipados (y sí trabajando juntos, derecha e izquierda, por la inclusión de los italianos en el extranjero y de los extranjeros en Italia en nuestro sistema económico y social).
Pueden y deben introducirse medidas correctivas que apunten a mejorar el vínculo cultural y lingüístico entre Italia y los nuevos ciudadanos, elementos que no están necesariamente vinculados a datos generacionales como la experiencia nos confirma todos los días.
En todo caso, debemos involucrar a la sociedad civil y política italiana en un debate abierto y con visión de futuro sobre cómo atraer nuevas energías a nuestro país, incluso entre nuestros descendientes en el extranjero (no solo a través de la ciudadanía sino, por ejemplo, favoreciendo un sistema de visado apropiado y permisos de estudio y trabajo).
“Empecé a hacerlo hace unas semanas al convocar a las fuerzas políticas, sociales y asociativas a la conferencia “Italicidad, Ciudadanía, Diáspora y Desarrollo”, donde desarrollé el tema de manera seria e innovadora. Espero que todos tengan la misma intuición y que trabajen con el mismo espíritu constructivo, por el bien de Italia y su relación con nuestras grandes comunidades en todo el mundo”, finaliza.
Fabio Porta es elegido diputado por Sudamérica en la Cámara de Diputados de Italia; Coordinador del Partido Democrático (PD) en Sudamérica; presidente del grupo parlamentario “Amistad Italia-Brasil” de la Unión Interparlamentaria y del Inter grupo Expo 2030. Autor de numerosas publicaciones y artículos para periódicos italianos y extranjeros, es presidente de la Asociación de Amistad Italia-Brasil, vicepresidente de la ICPE (Instituto para la Cooperación con el Extranjero) y Vicepresidente de la Asociación Focus Europe.