Ángel Di María habló como nunca, por ejemplo, de una estremecedora advertencia que tenía como protagonista a su hija Pía.
Durante mucho tiempo se especuló con la posibilidad de que después de la Copa América Ángel Di María retorne a Rosario Central. Sin embargo, el talentoso mediocampista decidió renovar por un año más con el Benfica. En una entrevista, el campeón del mundo habló como nunca de las terribles amenazas por las que decidió en no volver a Rosario. La ilusión fallida de Ángel Di María
En diálogo con rosario3, Di María empezó contando por qué se había ilusionado con volver y qué cosas le cambiaron la decisión: “Lo dije porque es lo que siempre quise y el sueño de siempre es querer volver a jugar en Central y retirarme con esta camiseta. Y es más que obvio que voy a seguir diciéndolo cada vez que me pregunten, porque es lo que siento y siempre soñé. Y era el momento justo después de decirle adiós a la Selección, pero no se dio. A veces todo parece muy lindo hasta que pasan cosas como las que me pasaron a mí y a mi familia. Y me siento mal por no poder cumplir ese sueño, era algo que deseaba mucho, pero las amenazas fueron más fuertes y mi decisión siempre es basada en la tranquilidad y felicidad de mi familia”.
El volante agregó su pareja Jorgelina Cardoso y sus hijas atravesaron el mismo proceso: “Ellas eran las primeras que querían venir. Mi mujer estuvo todo el año metida a full para terminar y amueblar la casa, para hacer todo lo que es la mudanza, había anotado las nenas en la escuela, se encargó de todo para que yo no hiciera nada, y las nenas contaban los días para venir a vivir con sus abuelos. Nosotros cuatro fuimos los que más sufrimos, porque antes que sea el sueño de cualquier hincha era el mío, mi sueño, el de mi familia”.
La peor amenaza a la familia de Ángel Di María
Di María narró en detalle una de las peores amenazas que sufrió con su familia: “Hubo una amenaza en el barrio de mis papás. Que salió en todos lados, y simultáneamente hubo otra amenaza en la inmobiliaria de mi hermana que no salió a la luz porque mi hermana y mi cuñado se asustaron y no denunciaron. Era una caja con una cabeza de chancho y una bala en la frente, y una nota que decía que si yo volvía a Central la próxima cabeza era la de mi hija Pía. También nombraban a Bullrich y Pullaro, que querían que se vayan. Después se sumó la amenaza de la estación de servicio donde tiraron los tiros, que no fue hace mucho tiempo. Ahí podría haber muerto cualquier empleado o persona que estuviera ahí en ese momento, una locura. Creo que fueron demasiadas cosas para tomar esta decisión, no son papelitos solamente, hubo tiros y cosas graves”.