Las cartas fueron los medios usados por el matrimonio de líderes piqueteros para reclamar a la Justicia que se les permita, ciertos beneficios. Marcela Acuñaestuvo 25 días sin comer para que la dejen ingresar libros, MP3, un espacio para caminar veinte minutos, y su hijo César, aguantó dos días, porque requería un frigobar, y smart TV. Pero, en las últimas horas, Emerenciano Sena tuvo sus primeros “permitido^
Sena y Acuña, están con prisiones preventivas confirmadas, y César, a la espera de lo que va a pasar la semana próxima en la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, donde debutará la dupla de defensoras oficiales.
El excandidato a diputado está alojado en la comisaría Tercera de Resistencia, el único, que no ha sido movido desde que quedó privado de la libertad.
Mientras los exámenes médicos se demoran, y por ende, el pedido de la prisión domiciliaria, el “caudillo del Norte”, pareciera que se va acostumbrando a estar tras los barrotes y busca el mayor confort para la larga espera que deberá sortear hasta la realización del juicio por jurados, tal vez, a mediados de 2024.
Una estadía más confortable
NORTE pudo saber que el dirigente social, fue autorizado a tener en su celda, una radio, y había pedio un ventilador , pero tuvo suerte, porque se reparó el aire acondicionado de la oficina donde está alojado, entonces el artefacto por el momento no será necesario, porque ya cuenta con refrigeración, a la espera del repunte de las temperaturas que se registrarán la próxima semana, mientras viene asomando la primavera.
Un dato no menor, es que se le permitió una confección de lista de las visitas, y llamadas un poco más extensa.
Se le autorizó alrededor de diez visitas, de acuerdo a los horarios y días que las autoridades policiales dispongan. Pero la nómina es bastante amplia, por lo que irán rotando sus visitantes. De esta manera, por un lado, estas demandas fueron cubiertas, pero habrá que esperar las próximas necesidades que expondrá Sena, donde ya dejó aclarado que no quiere acudir a los controles en el hospital Julio C. Perrando porque no es payaso de nadie, esto, luego de los escraches de pacientes y personal del nosocomio.