Las similitudes del caso Cecilia Strzyzowski con el crimen español que inspiró series en Netflix

“El Cuerpo en Llamas” y “Las Cintas de Rosa Peral”, que abordan un asesinato en España durante 2017, son dos estrenos de Netflix que arrojan notables similitudes con el caso Cecilia Strzyzowski. Complicidades familiares, cinismos, una investigación compleja, y más.

Una muerte, un cuerpo calcinado y cinismo absoluto. En septiembre, Netflix dió dos estrenos acerca del famoso “Crimen de la Guardia Urbana” ocurrido en Barcelona, 2017, dando a conocer nuevos detalles acerca del asesinato del policía Pedro Rodríguez. El caso español es, a su vez, muy similar en el modus operandi de los condenados al compararlo con la investigación por el femicidio de Cecilia Strzyzowski en Chaco, durante junio de 2023.

Pedro Rodríguez fue asesinado el 1 de mayo de 2017, a manos de su pareja Rosa Peral y su amante, Albert López. Los tres integraban la Guardia Urbana barcelonesa, y el máximo tribunal judicial de España ratificó sus sentencias a 25 y 20 años de prisión por asesinato con alevosía, respectivamente. Peral recibió cinco años más que López por el agravante de parentesco.

El “Crimen de la Guardia Urbana” fue sumamente polémico por el contexto social del mismo y la complejidad de la investigación. Peral y López, ambos policías, mataron a Rodríguez, escondieron su cuerpo en el baúl de su vehículo, lo trasladaron hasta un pantano recóndito y luego lo incineraron hasta las cenizas para no dejar rastro alguno. Comienza entonces la primera similitud.En los días siguientes al asesinato, Peral y López hicieron vida normal bajo la idea de que tenían la coartada resuelta. La mujer, desde el teléfono de Rodríguez, se auto mandaba mensajes para fingir que todavía seguía con vida y que, simplemente, se había ido por un tiempo. Vamos con la segunda.

Esta ficción sólo fue un simple paso. La idea principal de Peral y López, según la hipótesis del fiscal Félix Martín, era dejar las pistas necesarias para que los investigadores crean que Pedro Rodríguez había muerto durante un enfrentamiento con el ex esposo de Peral, identificado como Javier. Por si no fuera poco, Javier y Peral compartían dos hijas.

Rosa Peral y Albert López, horas después de cometer el asesinato, durante una cena con otros agentes policiales.

Un día antes del asesinato, Pedro Rodríguez y Rosa Peral pasaron un día familiar junto a los padres de la mujer. Para dejar en evidencia la supuesta buena relación que mantenían ambos, y a pesar de que en la realidad eran abusivamente tóxicos, Peral subió aquella jornada muchas fotos a sus redes sociales. Los investigadores creyeron, por este motivo, que las imágenes estaban hechas a consciencia para crear una coartada.

La fiscalía española consideró que Peral y López planificaron el asesinato. Ambos habían sido novios en el pasado, y Pedro Rodríguez sería entonces un obstáculo que remover para consolidar una nueva pareja. En el medio, también planificaron perjudicar a Javier, ya que éste buscaba la tenencia de las hijas que compartía con Rosa Peral, y también tenía una mala relación con Pedro. El cebo perfecto.

Rosa Peral.

El cadáver de Pedro Rodríguez, reducido a cenizas en el baúl de su propio auto incinerado en el Pantano de Foix, fue hallado a los tres días de su muerte: el 4 de mayo de 2017. La Policía supo su identidad solamente debido a los tornillos que habían quedado entre las cenizas y restos óseos, producto de una operación de espalda que el agente se había realizado con anterioridad. El fuego consumió de tal manera a los huesos, que fue imposible por parte de los peritos extraerle ADN.

Rosa Peral, quien se encontraba como agente bajo licencia, fue anoticiada del hallazgo por su rol como pareja. La mujer, con cinismo, afirmó que no veía hace días a su pareja y que tampoco sabía lo que le había ocurrido. Sus padres, incluso, también mintieron a los investigadores y colaboraron con la coartada de Peral hasta que finalmente se contradijeron. Fue entonces cuando Peral y López, quien ya también era sospechoso por las intuiciones del caso, fueron apresados.

Rosa Peral, detenida y escoltada por agentes policiales.

El resto de la investigación es también similar a lo que ocurrió en Chaco: el equipo investigador logró determinar que López, Peral y Rodríguez estuvieron el 1 de mayo, llegado cierto horario, en la misma ubicación. Lo dilucidaron por la triangulación de los equipos telefónicos, de la misma manera en la que el EFE chaqueño supo los movimientos de Cecilia Strzyzowski. En allanamientos realizados al domicilio que compartían Peral y Rodríguez, hallaron mediante luminol manchas de sangre salpicadas en una lámpara de techo, lo que sí permitió establecer que el material genético pertenecía a Pedro Rodríguez, y que además había sido brutalmente atacado debido a la trayectoria de la salpicadura.

Rosa Peral y su pareja, Pedro Rodríguez.

El descubrimiento de cientos de archivos de audio, mensajes y correos entre Peral y López, enviados desde el celular de Peral y recuperados tras ser borrados, fue clave para la reconstrucción de los hechos. En base a estos archivos, el fiscal Martín señaló en el documental de Netflix “Las Cintas de Rosa Peral”: “La estrategia que usan los acusados es fingir períodos de actividad del señor Pedro, como por ejemplo lo hacen mandándose mensajes entre supuestamente Rosa y Pedro”. Esta misma teoría es la que el EFE local, integrado por Nelia Velázquez, Jorge Gómez y Jorge Cáceres Olivera, manejan respecto a los mensajes enviados desde el celular de Cecilia Strzyzowski, en los horarios posteriores a su muerte, y que habrían sido enviados por César Sena, su pareja, según declaró su ladero Gustavo Obregón.

La complejidad a la hora de investigar el caso Strzyzowski y el crimen de la Guardia Urbana radica en el intento de los acusados de deshacerse de cualquier tipo de evidencia. El fiscal español, en este sentido, afirmó: “Me parecía injusto que, por el hecho de que los responsables de este crimen hubieran quemado el cuerpo y hubieran borrado los vestigios de la forma de la muerte, esto les podría salir más beneficioso por un homicidio, que por un asesinato”.

Ante este escenario de carencia de pruebas, Martin señaló en el documental su recuerdo del proceso: “Me doy cuenta de que no tenemos pruebas directas, y que era todo por tanto prueba indiciaria. Con mis compañeros llegamos a la conclusión de que, aquí, iba a ser muy importante probar la planificación. Si tú pruebas la planificación, ya es indiferente quién haya ejecutado materialmente el hecho”. 

El fiscal Félix Martín.

“No tenemos huellas, no tenemos armas, el cuerpo de la víctima no nos dice nada. Tenemos que ampliar la mirada a ver si encontramos elementos secundarios que permitan encontrar una conclusión”, señaló luego. La reconstrucción de los hechos posteriores al asesinato, como la “actividad frenética” en llamadas telefónicas que mantuvieron Peral y López en los días posteriores al asesinato, por tanto, resultó clave para el proceso judicial.

En este punto, es importante indicar que la Fiscalía española no consideró a la planificación como una agenda cronometrada de acciones a realizar, sino más bien como una idea a concretar. “Lo importante aquí era tomar la decisión de hacerlo. Luego el cómo ejecutarlo. Que luego se decida en el encuentro del 25, o que quedaran una vez sin teléfonos para verse en persona, eso nosotros nunca lo sabremos. A lo mejor también se comunicaron por Telegram, que son mensajes de imposible acceso“, indicaron.

Estas declaraciones también tienen su relación con el caso policial local. El Equipo Fiscal Especial maneja la hipótesis de que el femicidio de Cecilia fue planificado y que tanto César Sena, como sus padres Marcela Acuña y Emerenciano Sena, participaron del plan. Las pruebas expuestas en el expediente, para dar por probada las sospechas de que los tres cometieron homicidio agravado bajo una planificación para asesinar a la joven de 28 años, también deben ser analizadas en este sentido.

El cinismo de Peral durante los días posteriores al no denunciar nunca la desaparición de su pareja ni tampoco contar la “verdad” hasta que sintió que las sospechas en su contra eran firmes, también forman parte de una similitud vista en Resistencia el pasado 8 de junio, cuando Marcela Acuña y su hijo César Sena declararon ante el fiscal Cáceres Olivera en la Comisaría Tercera, y alegaron no sólo ante él, sino ante medios de comunicación como Diario Chaco , que Strzyzowski estaba viva, que se había ido de viaje con un supuesto amante y que todo era una causa armada para perjudicarlos políticamente.

Tras ser detenidos, Peral y López fueron llevados a juicio tres años más tarde, un 3 de febrero, bajo la modalidad de juicio por jurados. Al litigio acudieron más de medio centenar de testigos para aportar evidencias y testimoniales, y también para ver cómo Peral y López se culpaban mutuamente de haber asesinado a Rodríguez. Finalmente, en una decisión no unánime, el jurado declaró culpable a ambos y luego el Tribunal fijó sentencia.

Albert López y Rosa Peral durante el juicio por jurados, donde ambos se incriminaban entre sí.

De esta manera, se atestiguan varias similitudes entre el caso español y el chaqueño: el cuerpo, la incineración y el destrozo de evidencias, las mentiras y cinismos, relaciones tóxicas, el aporte del geoposicionamiento, la supuesta planificación del asesinato, complicidades familiares y la investigación fiscal, entre otros.

Hasta el momento, el Ministerio Público continúa reuniendo evidencias y unificando pruebas para elevar a juicio la causa policial más trascendente de la historia chaqueña y que, comparada con el Crimen de la Guardia Urbana, todavía tiene más sorpresas para dar. Para aquellos conspiranoicos que quieran adelantarse y sacar sus propias conjeturas sobre lo que podría ocurrir, quizás las series de Netflix puedan aportar la misma cantidad de especulaciones que la capacidad de imaginación permita.

Por Ayrton Teruel

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