La sandía es una fruta que se asocia a las temporadas de calor, puede que porque fría es un alimento muy refrescante y rico. Su contenido liquido supera el 90% de su peso y encima aporta vitaminas y minerales que son beneficiosos para el organismo.
Hay evidencias de que ya la cultivaban los antiguos egipcios. El mayor productor del mundo es la China, con 75 millones de unidades en 2014.
Existen unas 1.200 variedades, y no todas tienen el interior rojo. Contrariamente a lo que se piensa, las que no tienen semillas no son producto de la ingeniería genética, sino resultado de la hibridación, una práctica común entre los agricultores.
Muchas partes valiosas:
Aunque sólo nos comemos la parte roja, no es la única con propiedades beneficiosas. La corteza tiene clorofila, y una cantidad de citrulina mayor que la parte roja. No es de gusto agradable, pero mejora si se pasa por la batidora y se añade zumo de lima, por ejemplo. Además, otra parte que se aprovecha en algunos lugares son las semillas, que se comen tostadas como las pipas de girasol.
Es muy recomendable para las dietas adelgazantes y para evitar el estreñimiento. Posee licopeno que aparte de darle su color característico es un antioxidante con muchas y muy buenas propiedades; De hecho, es la misma sustancia que pinta de rojo el tomate, aunque en la sandía se encuentra una vez y media más de licopeno que en la misma cantidad de tomate.
El equivalente a una taza de sandía tiene 43 calorías, nada de grasa, 2 miligramos de sodio, 11 gr. de hidratos de carbono (que incluyen 9 de azúcar), un gramo de fibra. Proporciona un 17% de vitamina A, 21 de vitamina C, un 2% de hierro y un 1% de calcio, además de la B6, que ayuda a crear anticuerpos en el sistema inmunológico.
Protección cardiovascular:
El licopeno y otras sustancias que tiene reduce el riesgo de sufrir enfermedades del corazón y las arterias. Y también se considera preventiva contra varios tipos de cáncer, entre ellos el de próstata.
Su relación con las dolencias cardiovasculares se comprobó a través de un estudio realizado en 2017 en la Universidad Estatal de Florida (EEUU). A grandes rasgos, concluyeron que, tras suministrar a varios sujetos seis gramos diarios durante seis semanas de los aminoácidos L-citrulina/L-arginina, extraídos de la sandía, se mejoraba la función arterial y se reducía la presión sanguínea en la mayoría de esas personas, de entre 51 y 57 años, con riesgo de sufrir hipertensión; Podría evitar ataques cardíacos y otras enfermedades coronarias.
Un “viagra” dulce y rojo:
Esa misma propiedad anterior hace que se considere la “viagra natural”, porque ayuda con los problemas de erección, al mejorar la circulación sanguínea y facilitar el flujo hacia el pene. Ya antes, en 2001, se había estudiado en la Universidad de Kentucky, también en Estados Unidos, pero no con humanos, sino con ratas de laboratorio.
Sometieron a dos grupos de roedores a una dieta alta en colesterol. A una mitad le daban agua para beber y a la otra, zumo de sandía. La conclusión fue que los segundos se recuperaban de lesiones arteriales en una proporción significativamente mayor que los primeros.
Remedio contra las agujetas musculares:
La sandía es también antiinflamatoria y analgésica y por eso se recomienda tomar sandía licuada antes o después de hacer un ejercicio intenso que puede causar agujetas o cuando se está muy cansado.
No la compres verde, que en casa no madura:
Otra ventaja de esta fruta sobre otras es que no se deteriora demasiado. Se mantiene cortada en la nevera más de dos días y si permanece una semana sólo se deteriora en un 6 a 11%.
Hay que tener en cuenta que es de las frutas que no madura una vez separada de la planta, por lo que hay que asegurarse de que está en su punto antes de comprarla. Para comprobarlo se puede rascar un poco con la uña la parte exterior y si se separa con facilidad es que está madura. O bien apretar con algo de fuerza y si cruje también está en el momento adecuado.
Por ponerle algún, pero, no es la fruta más recomendable para personas con problemas de incontinencia, porque al generar tanto líquido llena pronto la vejiga. Y hay quien afirma que tomarla como postre no es lo más acertado, porque precisamente por su cantidad de agua puede dificultar la digestión. Es preferible comerla como mínimo media hora antes o después de haber ingerido otros alimentos.
Fuente: Diario22.ar, Medline Plus y Archivo personal
Consultor Medico: Dr. Rene A. Triviño G. – M.P. 5812 – Medicina Integrativa