Treinta familias del interior producen alimentos sin agrotóxicos

Desde El Salvaje, Pampa Chica, Pampa del Indio, están mostrando lo que recogen de sus tierras, zapallos, zapallitos y calabazas. El maíz pronto estará para su cosecha.

Alejandra Gómez, de la Fundación Carrillo, comentó que esta producción sin agrotóxicos es necesaria porque hay que cuidar la biodiversidad y respetar la naturaleza. Hace unos días compartíamos con ella imágenes que llegaban del interior, plantas de zapallos y de maíz con unas hojas verdes potentes, eternas y florecidas de esperanzas.

En el último tiempo entregaron semillas a treinta familias de las localidades de Juan José Castelli, Pampa del Indio, Presidencia Roca, Las Palmas y La Leonesa. Hoy están cosechando para su autoconsumo. Si la temporada va bien y pueden tener excedente lo intercambiarán por otros productos o los comercializarán en los mercados populares.

El clima parece que esta vez les jugó una buena pasada y la cosecha está marchando muy bien. Hay rostros ensayados de felicidad. Se han vistos a familias del Paraje El Salvaje, Pampa del Indio, Navidad por ejemplo mostró todo lo que está cosechando. También hizo lo propio la familia de Isabel Sarabia Saravia. Entre otros casos que lleva y que por estos días riegan distintos grupos de WhatsApp de la Fundación. Alejandra Gómez explica aquí cómo se llega a esta producción, el camino que realizaron y su acompañamiento.

Treinta familias del interior producen alimentos sin agrotóxicos

— La Fundación Carrillo entregó semillas de zapallo que en estos momentos están cosechando, ¿de dónde obtuvieron estas semillas y qué características tienen?

— Hace unos meses en el día del agricultor y de la agricultura se realizó un encuentro y asamblea de la Asociación de Pequeños Productores del Chaco (Appch). Fue en Santa Rita, jurisdicción de Pampa del Indio. En esa ocasión se encontraron las familias y organizaciones que participan de la experiencia No’’oxonec de producción de alimentos y algodón con enfoque agroecológico.

Desde la Fundación Carrillo se entregaron semillas de distintos productos como ser zapallo, zapallito de tronco, calabacita, sandía, melón y poroto. En este caso las semillas fueron las comerciales, lamentablemente híbridas e importadas, porque no conseguimos semillas agroecológicas o híbridas nacionales de estos productos.

Antes, las familias generalmente sembraban de sus propias semillas. Sin embargo, los daños sufridos por las fumigaciones y el avance del sistema de la agricultura del mercado marcaron un retroceso en estas producciones.

El último año, la Fundación Carrillo pudo conseguir semillas de maíz agroecológico producidas por la Cooperativa Unión Campesina de San Pedro, Misiones. Desde la Appch se entregaron estas semillas de algodón agroecológico para la siembra en la campaña 2023/24.

— ¿Cómo se distribuyeron las semillas? ¿Cómo evalúan a quién entregan las semillas?

Treinta familias del interior producen alimentos sin agrotóxicos

— Las semillas se distribuyen entre las familias que participan de la experiencia No”oxonec, de acuerdo con la nómina que anualmente nos facilita la Appch. Las familias todos los años solicitan semillas, en algunos casos se les entregan semillas desde el INTA y/o la Subsecretaría de Agricultura de la provincia, pero no les resultan suficientes.

El último año se entregó un blíster de variedades aproximadamente que alcanzan unos 20 gramos. Estas semillas son adquiridas a Fecoagro (San Juan) que producen semillas agroecológicas.

Se entregaron las semillas a las familias con las que se viene trabajando desde hace varios años. Es necesario destacar que la producción agroecológica requiere que haya diversidad de cultivos. Algunos tienen más de una función ya que además de estar destinado a la alimentación humana y/o animal sirven como abonos verdes para nutrición de los suelos.

— Hay familias de Pampa Chica que están cosechando, ¿qué significa para ellos esta cosecha?

— En estos días varias familias ya están cosechando zapallitos, zapallos, calabacitas, entre otros. Estamos recibiendo información y fotos desde El Salvaje, Pampa Chica y Pampa del Indio. Las familias nos muestran los productos cosechados.

Para ellos es muy importante poder cosechar de su propia chacra sus alimentos, más en este momentos donde el poder adquisitivo de sus ingresos se redujo de manera abrupta. El escaso ingreso lo destinan a comprar harina, azúcar y carnes (lo que alcanza), es decir, a aquello que no pueden obtener de su chacra.

Treinta familias del interior producen alimentos sin agrotóxicos

— Además de entregar las semillas, ¿la Fundación Carillo acompaña a las familias en todo el proceso de sembrado y cuidado de las plantas? ¿De qué forma?

— La Fundación Carrillo fortalece y complementa el trabajo que viene haciendo la Red de Salud Popular doctor Ramón Carrillo en el territorio. Acompaña el reclamo constante por el respeto al derecho a la salud y a un ambiente sano. Acompaña además el proceso de recomposición de los sistemas productivos dañados por las pulverizaciones con agrotóxicos.

Tenemos un convenio con la Appch a través del cual se asume el compromiso de seguir todo el proceso productivo primario y gestionar el agregado de valor del algodón agroecológico.

La Fundación tiene un equipo técnico propio que coordina actividades con referentes de las distintas organizaciones y localidades que participan de la experiencia No’’oxonec, coordinadas con la Appch.

Treinta familias del interior producen alimentos sin agrotóxicos

— Estamos viviendo un contexto económico crítico, ¿qué sentís cuando en este marco surgen estas acciones?

— Es necesario y urgente producir sin uso de biocidas, cuidar la biodiversidad y respetar la naturaleza de la que somos parte. Por lo general el contexto es adverso pese a la cantidad de declaraciones, de convenios internacionales y de normas orientadas a preservar el ambiente.

Sin embargo, se prioriza un sistema productivo extractivo, contaminante y no inclusivo. Se produce bajo un sistema que profundiza las diferencias sociales y que pone en riesgo la soberanía alimentaria, haciéndonos cada vez más dependientes de las corporaciones. Hace más de tres décadas se produce de esta forma y ahora se ve fortalecido en una gestión de gobierno totalmente favorable a estas prácticas corporativas, en detrimento de los derechos humanos.

Todas esas acciones no evitan que sigamos defendiendo el derecho a la salud, a un ambiente sano y a producir nuestros alimentos. Trabajamos para seguir construyendo agroecología y soberanía alimentaria. Hoy estas familias del interior del Chaco día a día trabajan la tierra. Siembran cada semilla con la esperanza de producir sus propios alimentos, sus fuerzas, sus esperanzas, son las que a la vez nos fortalecen a quienes desde la Fundación Carrillo estamos convencidos de que un mundo mejor es posible.

Decimos y asumimos el compromiso de acompañar y fortalecer el trabajo de las familias en el territorio y a la vez ellas nos dan fuerzas con su labor diaria para poder seguir. Son pequeños y grandes destellos de resistencias y luchas, de generaciones que sobrevivieron a la conquista y a la campaña contra el indio, que nos guían frente a los embates de estos tiempos de capitalismo salvaje.

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