Argentina ha descendido cuatro lugares en el Índice de Percepción de la Corrupción 2023, elaborado por Transparencia Internacional, pasando del puesto 94 al 98 en comparación con el año anterior. El país obtuvo 37 puntos sobre 100, situándose por debajo de la media global de 43 puntos.
Este descenso refleja la preocupación de los expertos sobre la falta de avances significativos en la lucha contra la corrupción en los últimos años. Según Pablo Secchi, director ejecutivo de Poder Ciudadano, la intervención política en el poder judicial y la falta de esfuerzos notables contribuyen al estancamiento en la lucha contra la corrupción en Argentina.
Marcelo Bermolén, director del Observatorio de la Calidad Institucional de la Universidad Austral, destaca que el mandato del expresidente Alberto Fernández marcó la mayor caída en el indicador durante los últimos cuatro años, perdiendo ocho puntos y llevando al país del puesto 66 al 98. Señala que la responsabilidad no recae únicamente en el Poder Ejecutivo, sino también en la falta de acciones concretas en el Parlamento y el Poder Judicial.
El país se encuentra por debajo de la media global y ha descendido un punto respecto a 2022. Esta situación contrasta con el mejor desempeño en 2019, cuando Argentina escaló 19 posiciones y obtuvo 45 puntos. La gestión del expresidente Mauricio Macri se destaca como el único período en el que el país mejoró constantemente en el índice.
Este retroceso en el índice plantea desafíos significativos para Argentina en la lucha anticorrupción. Aunque el nuevo gobierno ha presentado propuestas, la falta de un abordaje integral y sistemático genera preocupación entre los expertos. El llamado a fortalecer la independencia del Poder Judicial y la implementación de leyes más eficientes se destacan como pasos cruciales para mejorar la situación.