Un informe difundido por Unicef revela que chicos de diferentes regiones del país llevan una carga importante de trabajo y propone recomendaciones para mejorar sus condiciones.
Casi 7 de cada 10 adolescentes de 15 a 17 años realizan tareas de cuidado y trabajo doméstico no pago, una situación que compromete el rendimiento escolar, afecta la calidad de vida e impacta en las posibilidades de desarrollo, según un nuevo estudio de Unicef y el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) basado en cifras oficiales y testimonios de jóvenes.
Tradicionalmente, los adolescentes son vistos como aquellos que deben ser cuidados, pero el informe indica que, en promedio, los y las adolescentes que realizan estas tareas dedican 3 horas y 30 minutos diarias al cuidado de hermanos, abuelos u otros familiares. Es decir, no es la participación circunstancial en las tareas del hogar, en función de ir asumiendo progresivamente responsabilidades acordes a su edad, sino una tarea intensiva.
Además, las adolescentes mujeres dedican significativamente más tiempo que sus pares varones a las tareas de cuidado: mientras que las chicas destinan un promedio de más de 4 horas diarias, los chicos dedican 3 horas, lo que equivale a un 44% más de tiempo, de acuerdo con el informe “Adolescentes que cuidan: un trabajo invisible que moldea el presente y condiciona el futuro”.
Con vistas al Día del Estudiante, este 21 de septiembre, el estudio busca visibilizar el rol de las y los adolescentes como cuidadores y los efectos que tienen al asumir estas responsabilidades.
“Realizar tareas intensivas de cuidado vulnera los derechos de las y los adolescentes: a estudiar, a tener tiempo de ocio, a hacer una actividad deportiva, artística. A vivir su adolescencia”, señaló Carolina Aulicino, Oficial de Política Social de Unicef. “Es importante visibilizar esta situación y convocarlos a la hora de pensar políticas para resolverla”, añadió.