En horas de la tarde de este lunes, el heredero del “clan Sena” pidió hablar con el oficial de servicio del Complejo Penitenciario de Resistencia, para informar que a partir de la fecha, dejará de comer sólidos. El insólito motivo por el que el acusado de matar a su exesposa el 2 de junio en la casa de sus padres de Santa María de Oro 1460, comenzó la medida y por el que ya sumó otro apodo.
César Sena de 19 años que está con prisión preventiva por el femicidio de su exmujer Cecilia Strzyzowski de 28 años, comunicó a las autoridades del Servicio Penitenciario Provincial (SPP) que dejará de comer, tal lo hiciera su mamá Marcela Acuña, durante 25 días. El hijo del matrimonio piquetero que lleva tres semanas alojado en el Complejo Penitenciario de Villa Barberán, comenzó la huelga de hambre porque no fue autorizado a ingresar una pava eléctrica y un anafe.
El imputado por homicidio triplemente agravado y el único de los siete acusados que se abstuvo de declarar ante el Equipo Fiscal Especial (EFE), no comparte celda con otros presos y por la mañana efectuó el pedido a los guardias para que se le autorice a contar con la pava eléctrica y el anafe, pero atendiendo a los posibles riesgos que significa, no se lo autorizó que dichos artefactos estén al alcance del presunto asesino.
Sena hijo, anteriormente, había requerido un televisor y celular, demanda que tampoco prosperó. Fuentes precisaron a NORTE que debido a los reiterados pedidos que hace César, aparte de llamarlo con el apodo “Cascotito”, “Mata Mujeres” , los presos le sumaron otro alias: “Caprichito”, y si bien el detenido no tiene contacto con sus pares, en el presidio los rumores vuelan.