La sesión ordinaria está convocada para el miércoles. Hasta ese día, los bloques intentarán consensuar el temario, que excede a la ley de leyes. El cuórum pende de un hilo.

La Legislatura provincial inicia una semana decisiva que tendrá su punto culminante el miércoles, cuando los legisladores se reúnan en sesión ordinaria para tratar el proyecto de Presupuesto Provincial 2026. La cita podría convertirse en la más importante del semestre, no solo por la relevancia del texto económico, sino por las tensiones políticas que lo rodean y por la posibilidad de que la oposición busque incorporar un extenso temario de iniciativas pendientes desde la fallida sesión extraordinaria del 20 de octubre.
UN EQUILIBRIO FRÁGIL
El escenario en la Legislatura es de máxima paridad: los interbloques mayoritarios cuentan con 16 diputados cada uno, por lo que cualquier desacuerdo podría derivar en la falta de cuórum. Para que la sesión se habilite, se requieren 17 legisladores sentados en sus bancas, lo que convierte cada voto en decisivo.
En ese marco, la oposición pretende sumar al debate proyectos que buscan declarar emergencias en distintas áreas —como salud pediátrica, energía, transporte y cuestiones sociales— además de propuestas vinculadas a refrigerio y pauta salarial del personal legislativo. La incorporación de esos puntos amenaza con extender la discusión y tensar aún más las negociaciones entre bloques.
DOS VISIONES
El proyecto enviado por el Ejecutivo provincial será el eje central del encuentro. Desde el oficialismo de Juntos por el Cambio, el diputado Francisco Romero Castelán aseguró que la iniciativa “aplica los números de manera real” y que se elaboró con la premisa de “no gastar más de lo que se tiene”. Sostuvo que el presupuesto prioriza las partidas destinadas a educación, políticas sociales y ambiente, y consideró que “por institucionalidad, ante todo, habrá consenso”.
Además, celebró lo que describió como un cambio de paradigma en la administración pública: “Lo que se dice en números se va a aplicar en números; algo que no ocurría desde hace más de 30 años”.
En cambio, desde la oposición, el diputado Nicolás Slimel advirtió que el texto “debe reordenarse” y denunció un “ajuste salarial encubierto”, al señalar que la pauta del 10% de aumento no se corresponde con la proyección de gastos corrientes.
También cuestionó la reducción de fondos para género y ambiente, y alertó sobre el aumento del endeudamiento provincial, que pasaría de 14.000 a 77.000 millones de pesos. “El presupuesto debe cuidar los intereses de todos los sectores”, reclamó, al tiempo que expresó preocupación por el segundo año consecutivo de déficit.
